Por María Elvira Zúñiga
Directora del Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS)
La industria alimentaria ocupa un lugar destacado en el mercado chileno, y conocer sus tendencias es de vital importancia para crear estrategias de crecimiento del sector. Con la pandemia, se aceleraron algunos procesos de cambios de la industria alimentaria, los que ya se observaban a nivel global desde antes del 2020. En este artículo se recogen algunas tendencias que marcan el presente y futuro de la industria y mercado de los alimentos, y que deben ser considerados en los planes de desarrollo por emprendedores e innovadores del sector.
Fragmentación de la oferta
El consumidor actual es el principal conductor de la industria alimentaria: está bien informado, exige alimentos más saludables, sostenibles, transparentes, con nuevos y audaces sabores, adaptados a su comodidad. Lo anterior genera el crecimiento de nuevas pequeñas empresas dispuestas a servir con nichos de mercados que ofrecen mayor diversidad y sofisticación. Este aspecto se activó en pandemia, época en la que creció la demanda por alimentos locales, muchos de ellos suministrados por empresas emergentes y con ofertas más personalizadas, con un modelo de distribución más directo y con servicios a domicilio. Esta tendencia contribuye a la desintegración de los mercados tradicionales, entregando nuevas oportunidades a start-ups y pequeñas marcas.
Digitalización
Desde la agricultura de precisión hasta las tecnologías de sensores basadas en la nube para inspección de calidad, esta tendencia es transversal en toda la cadena alimentaria. El consumidor accede actualmente a un comercio electrónico cuya expansión es indudable, en especial considerando el aumento en la adquisición de alimentos a través de medios digitales.La globalización que ofrecen los medios digitales y las redes sociales, también provoca nuevas exigencias por parte del consumidor, transformando el marketing de los alimentos. Y en este sentido, las tecnologías digitales no sólo están cambiando la forma de producir y vender los alimentos, sino también la relación de la industria alimentaria con el consumidor final. Con la salud y la seguridad como prioridades, el sector está recurriendo a las nuevas tecnologías para prevenir riesgos de seguridad alimentaria, ofrecer la transparencia que los consumidores esperan y protegerlos de fraudes, un desafío cuyo riesgo aumenta con el enorme flujo de información disponible a través de los diversos canales.
Sostenibilidad
Aunque el concepto de sostenibilidad involucra a todos los sectores productivos, la industria alimentaria está estrechamente relacionada con el cambio climático, por lo que debe priorizar el cumplimiento de objetivos sostenibles en su actividad, incluyendo parámetros como el hambre cero, la economía circular, la salud y bienestar, entre otros. Es importante que la futura producción de alimentos tenga en cuenta la sostenibilidad en sus tres vertientes (social, económica y medioambiental), pues para que exista un desarrollo sostenible es necesario que exista un progreso en las tres ramas.Así, la reducción y reutilización se convierten en conceptos centrales en el proceso sostenible de alimentos. La reducción en el proceso productivo apunta a minimizar la demanda de agua, energía e insumos químicos, además de disminuir la generación de emisiones, residuos líquidos y también sólidos. Por otro lado, la reutilización se basa en valorizar los residuos, lo que en el caso específico de la industria alimentaria es una gran oportunidad, debido al significativo contenido en compuestos bioactivos que poseen sus desechos, los que a través de procesos limpios se pueden convertir en innovadores alimentos o ingredientes funcionales.
Además, el uso de envases degradables o reciclables en formatos que aporten comodidad al consumidor, debe formar parte de estos procesos. Finalmente, para aquellos alimentos que se desperdician y cuyo aspecto no es tan fresco pero que mantienen su inocuidad y nutrición, la sostenibilidad debe considerar su donación con fines sociales antes de su compostaje o conversión.
Junto con la calidad de las respuestas a los desafíos y oportunidades de la globalización, algunos de los cuales hemos mencionado en este artículo, Chile tiene un desafío y una oportunidad adicional para innovar en la especificidad nacional, escenario en el que la industria de la alimentación y bebidas es clave para que nuestro país afronte con éxito el futuro.
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