El proyecto es financiado por ANID (ex CONICYT), y busca generar alternativas para entregar valor a los descartes que se generan en el procesamiento de la nuez común, obteniendo además productos que puedan ser utilizados en la agroindustria nacional.
A nivel mundial, Chile es uno de los países como mayor alza en su producción de nueces, junto a EE.UU. y China, contando con más de 6.700 hectáreas de cultivo tan solo en la quinta región Gracias al color claro, sabor suave, frescura y aporte nutricional de la nuez chilena, el país se ubica como el principal exportador de este producto en el hemisferio sur.
Los beneficios del consumo de la nuez son ampliamente reconocidos. Sin embargo, no solo el fruto puede ser utilizado, sino que también otras partes del nogal: sus hojas han sido usadas tanto para la recuperación de un colorante textil como en el ámbito cosmético. El pelón (la cubierta verde y carnosa) y la cáscara del fruto, por su parte, contienen compuestos antioxidantes con reconocidos efectos sobre el control de malezas, además de otras propiedades biológicas, lo que abre una ventana de investigación sobre el posible uso de estas materias primas en el control de plagas y enfermedades que se observan en la agroindustria nacional.
Actualmente, los altos volúmenes de descarte que se generan en el procesamiento del fruto no son utilizados a nivel agroindustrial, y son principalmente regalados a otros agricultores para convertirse en compost, subvalorando el elevado potencial biológico de estas materias primas.
Mediante el proyecto “Valorización de descartes ricos en antioxidantes provenientes del packing de nueces”, financiado por ANID, el Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS) pretende recuperar los compuestos bioactivos presentes en estos residuos y validar su funcionalidad, para ser aplicados en la postcosecha de la agroindustria nacional.
La iniciativa apunta a determinar la factibilidad técnica de utilizar los descartes como fuente de moléculas que permitan el control de enfermedades de postcosecha de frutas y hortalizas, permitiendo que el aprovechamiento del residuo pelón y agua de lavado del proceso sea parte de una solución sostenible a la problemática de disposición de residuos, y permita generar productos de calidad para el mismo sector productivo, como parte de una estrategia de economía circular.
Los resultados de este estudio serán transferidos a agricultores productores de nueces provenientes de 15 comunas de la región, que podrán conocer alternativas de economía circular que puedan potencialmente ser implementadas en su línea de procesos. Asimismo, el proyecto apunta a trabajar con otras empresas exportadoras de frutas de la región de Valparaíso, interesadas en aplicar los resultados generados.
A la fecha, el proyecto se encuentra en la etapa de evaluación de las materias primas provenientes de huertos de nogal de San Esteban y Putaendo. Con ellas, se están desarrollando ensayos de estabilización de la materia prima, de extracción en sus laboratorios y a escala piloto, de manera de validar la presencia de las moléculas beneficiosas en materias primas procesadas bajo distintas condiciones de operación, con tecnologías factibles de implementar a nivel industrial, y que cuenten con propiedades que permitan su aplicación en procesos agroindustriales.
El proyecto considera además la transferencia de tecnología en desarrollo, por lo que CREAS se ha reunido con entidades de relevancia para la industria agrícola, como Fedefruta, la Asociación de Agricultores de Quillota y Marga Marga, ProChile, ACHIPIA e INDAP, entre otros, con el fin de presentar en profundidad el proyecto y coordinar de manera colaborativa diversas actividades para la difusión y transferencia de los resultados obtenidos.