En la región de Coquimbo, la cantidad de desperdicios obtenidos luego del procesamiento de colas de camarón o langostino –comercializadas principalmente frescas y congeladas– alcanza grandes proporciones. Al no ser aprovechados adecuadamente, la disposición de estos residuos de alto valor nutricional conlleva a un gran gasto por parte de las empresas procesadoras, representando además problemas de contaminación asociados a su gradual contaminación (como generación de malos olores y atracción de vectores y enfermedades, entre otros).

Las empresas Frigopesca y Rymar vieron esta problemática como oportunidad, y decidieron colaborar con CREAS para intentar dar un valor agregado a estos descartes e intentar fomentar su reutilización.

Mediante la propuesta titulada “Evaluación tecnológica del desarrollo de productos alimenticios con valor agregado a partir de descartes del procesamiento de camarones y langostinos congelados”, se comenzó una investigación que tiene como fin convertir los residuos de este proceso en materia prima, para poder obtener un producto comercializable para el sector gastronómico de nuestro país.

Es en este contexto que profesionales de nuestro centro realizaron un focus group en dependencias de INACAP Valparaíso. La instancia tuvo como objetivo recoger opiniones sobre dos variedades de sazonadores generados a partir de camarón y langosta, en formato polvo y líquido, además de conocer las posibilidades de utilización que tales productos tendrían en el mundo real.

El focus consistió en presentarle los prototipos a personas involucradas en el rubro gastronómico, permitiéndoles evaluarlos organolépticamente en términos de apariencia, sabor, consistencia y otros aspectos generales. Fue dirigido por Michelle Villarroel y Víctor Muñoz, Ingenieros de Desarrollo de CREAS, con el fin de mejorar el producto según las necesidades que tiene su público objetivo.

Según Muñoz, la idea de la actividad fue “obtener la opinión del área técnica –pero gastronómica– respecto a los sazonadores, llegando a conocer las posibilidades de utilización reales que posee el producto tanto por sí mismo como en preparaciones más complejas, como sopas, pastas y salsas”.

Gracias a esta instancia, se pudo determinar que lo buscado por los Hoteles, Restaurantes y Cafeterías (segmento HORECA) es un ingrediente intermedio, que pudiese ser usado para la preparación de diversos platos, a diferencia del consumidor habitual, que prefiere la compra de un producto final.

Experiencia e innovación

País Circular conversó con Rymar, empresa que, con casi 20 años de existencia, vende camarones en el mercado nacional, pero también exporta a Estados Unidos, Canadá y Europa. En el caso de los subproductos hechos con cáscaras de camarón y langostino, por ahora, solo se enfocarán en el territorio chileno. “Creemos que la economía circular ha existido siempre, pero hoy tiene este término que ha pegado más. Pero la idea base es la misma: ocupar todo lo que se relaciona al producto que se procesa”, cierran los emprendedores.